La célula es el elemento de menor tamaño que puede considerarse vivo.[ Todos los organismos están compuestos por células, y que todas las células derivan de otras precedentes. Las células toman sustancias del medio, las transforman de una forma a otra, liberan energía y eliminan productos de desecho, mediante el metabolismo.
El alimento ingresa a través de la membrana celular. Una vez dentro, las mitocondrias se encargan de procesarlo con la ayuda de enzimas que aceleran el proceso. Cuando la célula ingiere sustancias en forma masiva, nos encontramos con la endocitosis, un mecanismo de transporte que va hacia el interior de la célula. En el caso de que las sustancias sean más pequeñas o líquidas, se habla de pinocitosis (beber); si es de mayor volumen o se ingiere algo sólido, hablamos de fagocitosis (comer).
Después se producen procesos químicos, los que modifican diversos compuestos y sustancias que corresponden a los alimentos celulares y que les permiten obtener energía y hacer funcionar nuestro cuerpo. El alimento como ya lo mencionamos entra desde el exterior a través de la membrana celular. Una vez en el interior, el alimento debe ser procesado. Las protagonistas de esta acción son las mitocondrias, que cuentan con la ayuda de las enzimas que aceleran este proceso. Las mitocondrias actúan como verdaderas centrales o calderas energéticas, en las que se queman diferentes componentes para recuperar la energía que contienen y convertirla en ATP (adenosín trifosfótico), que después de transportarse a otros organelos, es utilizado como combustible en diversos procesos.