Si queremos saber cómo fueron esas primera células que poblaron la Tierra y cómo se desarrollaron debemos de ir quitando poco a poco los componentes de los seres más sencillos que conocemos. O bien, a la inversa, ir añadiendo a una “célula vacía” genes y componentes poco a poco hasta que logre sobrevivir por si sola [1].
Como primer paso en la creación de vida sintética diversos grupos científicos están trabajando en la creación de vesículas sintéticas como imitación de las membranas celulares naturales. Se espera que antes de diez años se disponga ya de las primeras células creadas por el hombre a partir de material inanimado. En ese momento se habrá creado vida artificial [2].
Una vez se consiga crear vida sintética se esperan crear microorganismos a medida que realicen funciones beneficiosas para el ser humano. Uno de los grupos que persiguen esta meta es ProtoLife en Venecia (Italia) [2]. Este grupo ya trabaja con vesículas artificiales (imagen de la izquierda) que pretenden imitar a las membranas celulares naturales y que son creadas a partir de constituyentes elementales. Según Szostak, una vez que el contenedor esté listo sólo hará falta añadir el material genético adecuado y dejar que la selección natural opere, dejando a la evolución que haga el trabajo duro.
Mencionan que la primera célula sintética no va a ser espectacular, será un organismo simple de genoma mínimo, pero será la prueba evidente de que la creación de vida artificial es factible. Esta protocélula tendrá el potencial de arrojar nueva luz sobre nuestro papel en el Universo, según Bedau.
Desde mi punto de vista, considera que este nuevo campo de la ciencia puede aportar muchos beneficios a la humanidad ya que la creación de estas nuevas células podrán desempeñar determinadas funciones como: proporcionar combustibles, medicamentos, eliminar tóxicos, ayudaran a reducir la contaminación y el efecto invernadero.
1.- http://neofronteras.com/especiales/?p=30
2.- http://neofronteras.com/?p=955