Según el reporte del Global Footprint Network, en 1961 México utilizaba un tercio de su biocapacidad, pero con el crecimiento de la población y la economía, para el año 2001 ya consumíamos 1.5 veces nuestra biocapacidad, es decir, una mitad más de lo que en realidad tenemos.
Esto es posible porque se importan recursos, pero también porque gastamos lo que tenemos.
La biocapacidad o huella ecológica, mide qué tanta área de tierra y agua requiere una población para producir los recursos que consume y para absorber sus desechos, tomando en cuenta la tecnología existente.
La idea es tener un medidor para que los seres humanos no consuman más recursos de los que la naturaleza puede renovar: un consumo sustentable.
En un mundo sustentable, la demanda de la sociedad sobre la naturaleza está en balance con la capacidad de la naturaleza para cubrir esa demanda.
Se calcula que la biocapacidad mundial existente es de 1.7 hectáreas por habitante, es decir, si repartiera el terreno productivo tocaría de a 1.7 hectáreas por persona.
De la misma forma se estima que la huella ecológica mundial promedio es de 2.8 hectáreas por habitante, lo que significa que se necesitarían dos planetas como la Tierra para satisfacer el ritmo actual de consumo y generación de residuos.
Fuente: http://www.milenio.com/node/4135
jueves, septiembre 11
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1 comentario:
Ricardo
Muy buena aportación, pero parece más un extracto impersonal del material de la fuente que citas. Dale tu toque crítico personal.
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