Los virus son organismos que transitan en la frontera entre la química y la vida. Cuentan con los mismos ácidos nucleicos y proteínas que constituyen las células, pero necesitan parasitarlas para replicarse y prosperar. Sin éstas, no son capaces de crecer y reproducirse. Ahora sabemos que inclusive los propios virus pueden contraer una infección viral, científicos franceses hicieron un descubrimiento que ayudaría a explicar cómo estos organismos intercambian genes y evolucionan tan rápidamente. Los expertos descubrieron que una nueva cepa del virus gigante o mimivirus, hallada en una torre de refrigeración en París, estaba infectada con un tipo similar de virus, llamado Sputnik en honor al primer satélite fabricado por el hombre. El Sputnik es el primer ejemplo de un virus que infecta a otro para enfermarlo. Bernard La Scola y sus colegas de la Universidad del Mediterráneo, en Marsella, informaron en la revista Nature que el virus Sputnik podía lograr un grado considerable de mezcla genética “robando” genes de su huésped y otros organismos.
Tres son los protagonistas de esta fascinante investigación, de la que el último número de «Nature» da cuenta: mimivirus, mamavirus y sputnik:
Desde su descubrimiento en 2003 por estos mismos investigadores, el gigantesco mimivirus, el más grande de todos los virus conocidos con un tamaño de una micra -millonésima parte del metro-, mayor que muchas bacterias y arqueas.
Aislado una década antes, como parásito de una ameba hallada en una torre de refrigeración, mimivirus fue confundido al microscopio óptico con una bacteria por su enorme tamaño y arrinconado en un congelador, hasta que el equipo de Marsella ahondó en su estudio.
El segundo protagonista, mamavirus, fue identificado hace unas semanas por los hombres de Raoult. Colonizaba también una ameba hallada en otra torre de refrigeración, y era de la misma familia de virus gigantes, por lo que se le considera una cepa del anterior. Visible también bajo el microscopio convencional, era todavía mayor que mimivirus. Lo sorprendente de mamavirus, que posee 900 proteínas codificadoras de genes, se descubrió al contemplarle al microscopio electrónico de alta resolución: se hallaba colonizado, a su vez, por un parásito, otro virus. Jamás se había visto nada igual.
El segundo protagonista, mamavirus, fue identificado hace unas semanas por los hombres de Raoult. Colonizaba también una ameba hallada en otra torre de refrigeración, y era de la misma familia de virus gigantes, por lo que se le considera una cepa del anterior. Visible también bajo el microscopio convencional, era todavía mayor que mimivirus. Lo sorprendente de mamavirus, que posee 900 proteínas codificadoras de genes, se descubrió al contemplarle al microscopio electrónico de alta resolución: se hallaba colonizado, a su vez, por un parásito, otro virus. Jamás se había visto nada igual.
El tercer protagonista, de un tamaño muy inferior con sus 50 nanómetros -milmillonésima parte del metro- y poseedor de un genoma con 18.343 pares de bases en una hélice de ADN circular, ha sido bautizado como sputnik, en recuerdo al primer satélite construido por el hombre. Tal vez porque esa es su forma de actuar. Consta de 21 genes y vive como un satélite de mamavirus. Adherido a él. O más exactamente, pegado a la «factoría de virus» que mamavirus desarrolla en el interior de la ameba a la que infecta, evidentemente con el fin de replicarse.
El huésped, es decir, mamavirus, se ve debilitado hasta el punto de que comienza a fabricar réplicas erróneas, algo así como abortos de virus que minan su capacidad de reproducción. Evidentemente, enferma. Jean-Michel Claverie, virólogo del centro marsellés, lo interpreta así: «No hay duda de que mamavirus es un organismo vivo. El hecho de que pueda enfermar lo demuestra».
El parásito, sputnik, es el primer virus que no precisa colonizar una célula -procariota o eucariota- para prosperar. Se vale de un organismo hasta ahora considerado inerte -otro virus-, o en el mejor de los casos al borde de la vida. No necesita de un huésped vivo para replicarse, luego él mismo es un ser vivo. Es el primero de una nueva familia, los «virófagos», comedores de virus.
El huésped, es decir, mamavirus, se ve debilitado hasta el punto de que comienza a fabricar réplicas erróneas, algo así como abortos de virus que minan su capacidad de reproducción. Evidentemente, enferma. Jean-Michel Claverie, virólogo del centro marsellés, lo interpreta así: «No hay duda de que mamavirus es un organismo vivo. El hecho de que pueda enfermar lo demuestra».
El parásito, sputnik, es el primer virus que no precisa colonizar una célula -procariota o eucariota- para prosperar. Se vale de un organismo hasta ahora considerado inerte -otro virus-, o en el mejor de los casos al borde de la vida. No necesita de un huésped vivo para replicarse, luego él mismo es un ser vivo. Es el primero de una nueva familia, los «virófagos», comedores de virus.
Algunos virólogos se frotan las manos, pues podrían haber hallado un «caballo de Troya» con el que atacar a los propios virus. Sin duda queda mucho por estudiar al respecto, pero sputnik, el virus que infecta a virus, puede ser una puerta abierta a los «antiviróticos».
Fuentes:
- www.jornada.unam.mx/2008/08/07/index.php?section=ciencias&article=a02n2cie -
- http://www.abc.es/20080811/nacional-sociedad/sputnik-virus-infecta-virus-20080811.html
2 comentarios:
La aportación me parece muy buena y completa ya que explica perfectamente el origen y comportamiento del virus llamado Sputnik.
EL virus sputnik es un tipo de virus capaz de infectar a otro, y este desubrimiento puede ser muy importante ya que como se menciona al final, se puede utilizar para atacar virus que nos enferman y de esta manera destruirlas, y todo esto porque sputnik debilita al virus y le resta la capacidad infecciosa y esto ayuda a que sputnik siga replicándose, además este virus parecer ser inteligente porque también roba la información genética del virus huésped.
Ma.Fernanda, buena aportación pero parece más una nota periodística que una aportación crítica.
Calificación = 9.5
Fátima, buen comentario
Calificación = 10
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