Biología sintética (conocida también como Synbio, Genómica Sintética, Biología Constructiva o Biología de Sistemas): es el diseño y la construcción de partes biológicas nuevas, nuevos dispositivos y sistemas que no existen en el mundo natural. Es también el rediseño de sistemas biológicos existentes para que ejecuten tareas específicas. Los avances en las tecnologías nano-escalares —la manipulación de la materia al nivel de átomos y moléculas— contribuyen a los avances de la biología sintética.
“…Si alguna vez pensaron en una ciencia que garantizara la alarma y la indignación del público, ésta es. Si la comparamos con la biotecnología y la ingeniería genética convencionales, son mucho más atemorizantes los riesgos que implica la biología sintética”.
Philip Ball, editor consultor de Nature.El Dr. Venter, de 59 años de edad, ha cambiado desde entonces su área de trabajo, dedicándose al campo encargado de determinar las secuencias químicas que codifican la vida para intentar imitar esos procesos, diseñando y construyendo vida: “Tras aprender a leer el código genético, ahora queremos escribirlo”, comentó en entrevista.
Este trabajo es un ejemplo extremo del nuevo y floreciente campo científico que se ha dado en llamar biología sintética. Se basa en los avances en tecnología informática que permiten de forma sencilla el ensamblaje de los elementos químicos básicos, llamados nucleótidos, que componen el ADN.
Varios grupos científicos están intentando fabricar genes que no existan en la naturaleza, con la esperanza de construir microbios que realicen funciones útiles, tales como la producción industrial de compuestos químicos, la obtención de energía limpia o la fabricación de fármacos. El Dr. Venter y sus colegas están llevando esta tecnología a sus límites al intentar construir todo un genoma enteramente sintético.
l equipo de Venter está iniciando pequeños trabajos, encaminados a construir una versión más sencilla de la bacteria conocida como Mycoplasma genitalium, un residente común del tracto reproductivo humano. Esperan poder seleccionar el número mínimo de genes necesarios para darle aliento de vida al organismo.
El M. genitalium es una bacteria unicelular que posee un solo cromosoma y 517 genes. Pero el equipo de Venter está simplificando la receta y cree que su versión será capaz de sobrevivir con un número reducido de genes, entre 250 y 400; cada uno de los cuales están creando ellos mismos, colocando los componentes químicos pieza a pieza.
“Crecí haciendo esto mismo con coches, relojes, radios y cosas similares”, dijo el Dr. Venter. “Los desmontas para comprender su funcionamiento y luego tratas de ver si puedes reensamblarlos de nuevo”.
Pero aunque el equipo pueda ensamblar cada uno de los 500.000 compuestos químicos del ADN del bicho (hasta el momento el récord alcanzado es de 35.000) nadie sabe si el organismo será viable. ¿Será la chispa de la vida algo tan sencillo como sintetizar una secuencia química?
“Nadie lo ha hecho anteriormente, de modo que no sabemos en absoluto si se trata de un obstáculo insuperable”, dijo el Dr. Venter.
1 comentario:
Valeria, buen material pero transcrito directo de la fuente, que no citas. Resume con tus palabras. Cal. = 8.5
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