El problema del cambio climático, comienza desde 1979, año en que los científicos comenzaron a afirmar que un aumento al doble en la concentración del CO2 en la atmósfera supondría un calentamiento medio de la superficie de la Tierra de entre 1,5 y 4,5 ºC.
Los estudios más recientes indican que en los últimos años se está produciendo, de hecho, un aumento de la temperatura media de la Tierra de algunas décimas de grado. Dada la enorme complejidad de los factores que afectan al clima es muy difícil saber si este ascenso de temperatura entra dentro de la variabilidad natural o si es debida al aumento del efecto invernadero provocado por la actividad humana.
Se sabe que la temperatura media de la Tierra ha crecido unos 0.6ºC en los últimos 130 años
Es importante ver que expertos predicen relación directa entre incremento en la temperatura media del planeta y aumento de las concentraciones de gases con efecto invernadero, un término muy importante ligado al cambio climático el cual hace que la temperatura media de la superficie de la Tierra sea 33ºC mayor que la que tendría si no existieran gases con efecto invernadero en la atmósfera.
El clima cambia y cambiará siempre por razones naturales. Sin embargo, las actividades humanas aumentan de manera significativa las concentraciones atmosféricas de algunos gases, tales como los gases de efecto invernadero mencionados anteriormente, (principalmente el CO2), que tienden a recalentar la superficie de la Tierra, y los aerosoles antropógenos que sobre todo tienden a enfriarla.
En el último siglo la concentración de anhídrido carbónico y otros gases invernadero en la atmósfera ha ido creciendo constantemente debido a la actividad humana.
A comienzos de siglo por la quema de grandes masas de vegetación para ampliar las tierras de cultivo y en los últimos decenios, por el uso masivo de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas natural, para obtener energía y por los procesos industriales.
En cuanto a los recursos y sectores, los efectos del cambio climático afecta porque hay alteraciones en los ecosistemas terrestres con riesgo de aumento de plagas, transformación de permanentes a estacionales de lagos, lagunas, ríos y arroyos de alta montaña, y humedales costeros, reducción de la productividad de las aguas marinas, y por tanto, de la pesca. Pérdidas en la vegetación de alta montaña, bosques caducifolios y la vegetación litoral. Reducción de la riqueza de especies animales, la mayor de Europa. Mayor virulencia de los parásitos. Aumento de especies invasoras. Disminución de un 20% del agua disponible hacia finales de siglo XXI. Las cuencas más afectadas serán las de: Guadiana, Canarias, Segura, Júcar, Guadalquivir, Sur y Baleares. Aumento de la desertificación por la pérdida de propiedades de los suelos. Plagas y enfermedades forestales. Disminución de la rentabilidad de las ganaderías. Aumento de una media de 50 centímetros del nivel del mar. Pérdida de playas, sobre todo en el Cantábrico. Inundación de los deltas del Ebro, Llobregat, Manga del Mar Menor y Costa de Doñana. Y disminución de la estancia media de los turistas, con las consiguientes pérdidas económicas.
Sobre los riesgos naturales, aumento de la magnitud de crecidas fluviales. Aumento de los deslizamientos de tierras en Pirineos, Cordillera Cantábrica y Cordilleras Béticas. Aumento de la intensidad, frecuencia y magnitud de los incendios. Aumento de la contaminación del aire relacionada con las partículas y el ozono troposférico. Y extensión de la posibilidad de contagio de enfermedades sub-tropicales.
Se dice también que es previsible que los desiertos se hagan más cálidos pero no más húmedos, lo que tendría graves consecuencias en el Oriente Medio y en Africa donde el agua es escasa. Entre un tercio y la mitad de todos los glaciares del mundo y gran parte de los casquetes polares se fundirían, poniendo en peligro las ciudades y campos situados en los valles que se encuentran por debajo del glaciar. Grandes superficies costeras podrían desaparecer inundadas por las aguas que ascenderían de 0,5 a 2 m., según diferentes estimaciones. Unos 118 millones de personas podrían ver inundados los lugares en los que viven por la subida de las aguas.
Tierras agrícolas se convertirían en desiertos y, en general, se producirían grandes cambios en los ecosistemas terrestres. Estos cambios supondrían una gigantesca convulsión en nuestra sociedad, que en un tiempo relativamente breve tendría que hacer frente a muchas obras de contención del mar, emigraciones de millones de personas, cambios en los cultivos, y todos los efectos mencionados anteriormente.
Como podemos observar, es un fenómeno muy grave por el cual debemos actuar inmediatamente y no dejar todo a los científicos o a la gente especializada en ello, pues la mayoría somos nosotros y solo actuando podemos atacar a los efectos que trae consigo el cambio climatológico.
Referencias:
http://www.greenfacts.org/es/cambio-climatico/n-2/cambio-climatico-2.htm#1
http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article3507&artsuite=0#sommaire_2
http://www1.ceit.es/asignaturas/ecologia/Hipertexto/10CAtm1/350CaCli.htm
http://www1.ceit.es/asignaturas/ecologia/Hipertexto/10CAtm1/350CaCli.htm
domingo, marzo 30
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3 comentarios:
se me olvido poner mi nombre, es adriana martinez 128148
se me olvido poner mi nombre, es adriana martinez 128148
Adriana, buena aportación, pero con varios datos contradictorios (calentamiento vs. efecto invernadero), y el 'problema' no empezó en 1979.
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