miércoles, febrero 11

132695 Un evento altamente improbable

En la década de los 70, un modelo de Big Bang de densidad crítica era la única solución viable para un universo estable. Desafortunadamente, incluso el más generoso recuento de materia en el universo sumaba sólo aproximadamente la mitad de la densidad requerida. Los cosmólogos no tenían otra alternativa que un universo inestable, condenado a terminar en el frío y la oscuridad.

El modelo del Big Bang, sin embargo, todavía tenía un gran problema: Nuestro universo de baja densidad sólo podría surgir de una coincidencia altamente improbable de condiciones iniciales. Un universo en expansión es aceptable en principio, ¡pero no debería expandirse tan rápido!. Para que se formen las galaxias, las estrellas, y los planetas, la densidad media de la materia tiene que permanecer relativamente alta durante al menos unos cuantos miles de millones de años.

Para satisfacer incluso esta única vaga restricción, resulta que la densidad inicial del universo tendría que haber sido muy cercana al valor crítico.

En épocas recientes, físicos como Alexander Vilenkin (Universidad de Tufts) han comenzado a sugerir que nuestro universo es sólo uno de muchos. Ellos visionan un campo eternamente en expansión de energía fundamental, burbujeante con una infinidad de universos. Cada uno tiene un Big Bang propio, estallando a la existencia cada vez que las fluctuaciones cuánticas enfrían lo suficiente el campo fundamental. Si hay un infinito número de universos, entonces es mucho menos sorprendente que algunos fueran habitables. Nuestra combinación particular de parámetros cosmológicos, sin embargo, permanece como un evento altamente improbable por derecho propio.

En cualquier caso, está claro que nuestra perspectiva ha cambiado. Un simple universo ya no es satisfactorio, dada la muy improbable naturaleza de nosotros mismos. Para explicar nuestra existencia, parece que debemos imaginar otros.

Referencias: Paul Steinhardt y Neil Turok, “Why the Cosmological Constant is Small and Positive”, Science 4 Mayo 2006Alexander Vilenkin, “The Vacuum Energy Crisis”, Science 4 Mayo 2006
2/02/09 06:31 PM

125339 Antigüedad de la Tierra

Al igual que los demás planetas del sistema solar, la Tierra debió formarse por acreción de materia en la nube de polvo y gases que rodeaba al sol primitivo. Las partículas habrían pasado por un proceso de agregación en pequeños cuerpos aislados que a su vez se fueron agrupando hasta formar un gran cuerpo: la Tierra primitiva. Dicho cuerpo debe su forma a los efectos combinados de la rotación y la gravitación. La Tierra que hoy conocemos tiene un aspecto muy distinto del que tenía poco después de su nacimiento, hace aproximadamente unos 4,500 millones de años. Entonces era una mezcla de rocas conglomeradas cuyo interior se calentó y fundió todo el planeta. Con el tiempo fue bajando la temperatura y la corteza se secó y se volvió sólida. En las partes mas bajas se acumuló el agua mientras que, por encima de la corteza terrestre, se formaba una capa de gases, que conocemos como la atmósfera.

Conociendo la edad de las rocas más antiguas se ha podido entonces estimar la edad en que la Tierra era ya un planeta con una corteza formada. Las rocas y minerales más antiguos fueron tomados de la península de Kola, Ucrania, Swazilandia, Transvaal, Congo, Minessota, Montana y Groenlandia, encontrando las rocas más antiguas en este último lugar con lo que la edad de la Tierra a juzgar de las rocas más antiguas es de al menos unos 4,000 millones de años. Esta cantidad representa un límite inferior de la edad de la Tierra; sin embargo una estimación más exacta nos es proporcionada por los isótopos del plomo. En efecto, el material cósmico de que se formó el planeta tenía una composición que incluía átomos pesados de plomo y uranio. En 1946 A. Holmes y F. G. Houterman, trabajando independientemente, obtuvieron una estimación de esta edad siguiendo un método basado en las edades de los minerales ricos en plomo; pero no fue sino hasta 1955, cuando Claire C. Patterson determinó la edad de los meteoritos, que pudo a su vez obtenerse una edad más precisa para la Tierra. Con sus estudios,la pendiente de la recta arrojó un valor de 4.55 0.07 x 109 años. Análisis posteriores dan resultados que varían sólo en unos 50 millones de años, de manera que en una primera aproximación puede decirse que los meteoritos tienen una edad aproximada de 4 600 millones de años.

Pero la importancia de estos resultados se puso en evidencia en 1956, cuando Patterson publicó sus resultados sobre la composición isotópica del plomo en sedimentos oceánicos. Este material constituye la muestra más representativa del plomo terrestre por el alto grado de mezcla a que ha sido sometido. Estos datos obtenidos por Patterson caen dentro de la recta ajustada para los meteoritos. Esto demuestra sin lugar a dudas que la edad de la Tierra es la misma de los meteoritos, es decir, de unos 4 600 millones de años.

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/074/html/sec_8.html
http://www.astromia.com/tierraluna/origentierra.htm
Larousse Temático. El universo y la Tierra. Volumen 6. Ediciones Larousse: México. P. 26.