jueves, abril 3

El negocio del cambio climático (ID 131369)

El cambio climático es ya una realidad. El aumento de la temperatura, la proliferación de huracanes y otros fenómenos metereológicos adversos o la intensificación de las sequías son sólo algunas de las evidencias físicas de un mecanismo que ya se ha puesto en marcha. Sin embargo, además de la alarma creada por estos primeros cambios en el modelo climático actual y de las nuevas normativas que están impulsando muchos gobiernos, el cambio climático también tiene implicaciones económicas, en algunos casos muy atractivas para ciertas compañías.Según el informe de Citigroup sobre las consecuencias empresariales del cambio climático, son muchas las empresas que se beneficiarán de las tendencias y oportunidades que está creando esta nueva situación. En total, el estudio identifica 74 compañías de 18 países, entre las que se encuentran varias españolas.

"Sin ir más lejos, España es uno de los líderes mundiales en energía eólica”, ha afirmado a ELPAIS.com Edgard M. Kerschner, jefe del departamento de Investigación de Citigroup Investment y responsable del informe. “Sin embargo, esto no significa que este país esté tomando responsabilidades, no es una cuestión social. Se trata de negocios, y el objetivo de cualquier empresa es conseguir beneficios”, continúa Kerschner. “Como compañías, han de beneficiarse de los cambios que está provocando la percepción de la nueva situación climática por parte de la gente, los inversores y las propias empresas”.

Lo alternativo frente a lo ecológico

Según Edward M. Kerschner es un error común confundir las practicas que intentan frenar el cambio climático con lo verde o ecológico, cuando son expresiones cuyo significado es totalmente distinto e incluso, en algunos casos, contradictorio.

Por ejemplo, la energía nuclear es 100% alternativa, ya que no genera gases de efecto invernadero. Sin embargo, es contaminante ya que produce residuos radiactivos. El viento, por su parte, también es considerado una fuente de energía alternativa, ya que no contribuye al cambio climático. En cambio, en numerosas ocasiones las grandes estructuras que generan la energía eólica provocan la muerte de pájaros, insectos y otros animales, además de producir contaminación acústica.

Otro caso es el de los cultivos necesarios para la producción de los biocombustibles. La utilización del aceite de palma, por ejemplo, usado industrialmente como materia prima en la producción de Biodiesel, no fomenta el cambio climático. Los cultivos del producto, muy atractivo desde el punto de vista de las compañías que ven en los biocombustibles el futuro de los automóviles, están siendo implantados de manera masiva en algunos países del Sudeste Asiático como Malasia.

El boom de esta materia prima, que para ciertos estados se ha convertido en una de sus principales fuentes de beneficios, está provocando, sin embargo, la desaparición de algunas especies en zonas tropicales. No es correcto, por tanto, utilizar las expresiones alternativo y ecológico como sinónimos, ya que en la mayoría de los casos las energías alternativas, a pesar de no generar gases de efecto invernadero, no son 100% ecológicas al producir otros efectos adversos en la naturaleza.

Referencia: 

http://www.elpais.com/articulo/economia/negocio/cambio/climatico/elpepueco/20070208elpepueco_1/Tes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

David Chavez Diaz 136196
Yo estoy de acuerdo contigo. Pues ya que si esto esta sucediendo, pues que mejor que aprovecharlo y sacar lo mejor de este fenomeno.

Como yo comente en mi entrada, la tierra tiende a cambiar, es algo natural, y si esta pasando ahora, y se le puede sacar jugo, pues no hay que dejar pasar la oportunidad.

Unknown dijo...

Diana, muy buena aporación, pero es difícil distinguir tu escrito del material de la fuente original.

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