lunes, octubre 19

Mejora Humana

Abril Alicia López García
ID 132518

El conocimiento acerca de la estructura molecular de los genes, que son fragmentos de ácido desoxirribonucleico, de su mécanismos para duplicarse y de la transmisión de los caracteres hereditarios de cada especie, la capacidad del ser humano para modificar la expresión de las proteínas en las células vivas se ha ampliado de manera impresionante, al grado de poder manipular un solo gen o de crear verdaderas quimerias moleculares.

La clonación se considera una forma de reproducción asexual, en la que el cigoto obtiene toda su información genética del núcleo de una célula somática de un solo donador, por lo que el ser vivo clonado es casi idéntico a su padre o madre.

A partir de la premisa de que algún día la clonación puede ser un procedimiento en la mayoía de las veces rutinario y que cualquier persona la solicite, serían de gran benefico para ellas, sin embargo dónde queda el ámbito ético; por ejemplo el que una persona, ya sea mujer u hombre desee tener un hijo, en lugar de someterse a una fertilización y al tener al hijo, éste sería el mejor donador de organos o tejidos.

¿Se podría decir que se justifica tener un clon para asegurar la disponibilidad de órganos en caso de necesidad y, más aún, si el receptor ya sufré algún procedimiento que requiera un transplante?

Bibliografía

Pérez, Lisker, Tapia. La construcción de la Bioética. Textos de bioética. Vol 1. Ed Fondo de Cultura Económica; 2007.

1 comentario:

[Night] dijo...

Bueno, el avance tecnológico ahora permite crear el órgano que es necesario, sin la necesidad de tener un doble exacto organos funcionaes listos para cuando tu los necesites... Como todos vimos en aquella película ficticia llamada "The isle" jaja. La tecnología avanza a un modo alarmante que quizás algún día pueda llevarse bien con la etica