jueves, marzo 1

Priones, Viriones y virus; en la Evolución

Marlen Chávez Cadena ID.119601

Primeramente para comprender la importancia o el papel de los virus en la vida iniciaré con la definición de cada uno de estos:

Los virus son fragmentos de ácido nucleico, DNA o RNA, capaces de multiplicarse en una célula y pasar a otras para iniciar un nuevo ciclo de replicación.

Como los ácidos nucleicos son muy vulnerables en el medio extracelular, antes de abandonar las células en las que se han multiplicado, se rodean de una cubierta de estructura proteica, denominada cápsida. Algunos, además, están rodeados por fuera de la cápsida por una envoltura, llamada peplo, de estructura lipídica.
No se nutren, no se relacionan, carecen de metabolismo propio y para reproducirse utilizan la maquinaria metabólica de la célula a la que parasitan; su simplicidad estructural y funcional los convierte en parásitos intracelulares obligados, tanto de bacterias (bacteriófagos o fagos), como de las células animales y vegetales


Los virus estructuralmente completos se denominan viriones, y poseen un tamaño ultramicroscópico por lo que son visibles únicamente mediante el microscopio electrónico.

Los virus carecen de sistemas para obtener y almacenar energía y efectuar síntesis proteica, por ello son simbiontes obligados de células, tanto procariotas como eucariotas, de las que dependen para su replicación.

Muchos de los virus que infectan al hombre le causan enfermedad, ya que al replicarse en las células las lesionan, de modo directo o por mecanismo inmune, produciendo alteraciones patológicas más o menos importantes.

Los virus son organismos dotados de extraordinaria simplicidad, pertenecen a un nivel de organización subcelular, y marcan la barrera entre lo vivo y lo inerte.

Los virus tiene que ocupar una célula para poderse reproducir como fuente de energía.

La replicación de los virus tiene lugar después de la liberación del material genético, y se produce, dependiendo del tipo de genoma DNA o RNA, según procesos bastante heterogéneos que incluso dentro de un mismo grupo presenta particularidades.
Sin emabrgo se destacan aspectos comunes de la multiplicación de los virus:

1) La formación de un RNA mensajero (RNAm) que dirige en los ribosomas la síntesis de las proteínas codificadas por el genoma del virus, como son los capsómeros y otras proteínas estructurales o enzimáticas y glicoproteínas del peplos.
2) La replicación del ácido nucleico y el ensamblaje de todas estas estructuras para formar los viriones maduros que serán liberados al exterior.

Por otro lado, los priones son partículas probablemente infecciosas resistentes a las nucleasas, proteasas y a otros agentes como formaldehído, etanol y betapropiolactona, pero sensibles al fenol, hipoclorito, éter y acetona.

Según lo dicho por Kuru y Creutzfeldt-Jakob los priones se han identificado como agentes causales de enfermedades “degenerativas” transmisibles del sistema nervioso central, tanto en ovejas como en el hombre.

El paso de la proteína de una célula a otra podría desencadenar en la nueva célula la activación del gen que la codifica, produciéndose en gran cantidad, y como consecuencia de ello lesionar a la célula y facilitar su propagación a otras células.

En la actualidad ha sido cuestionado el carácter patogénico de los priones en alguna de las enfermedades cuya etiología se les había atribuido.



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