viernes, noviembre 28

Aspectos negativos del desarrollo de biodisel

Bioenergía, ¿para quién?

La soberanía alimentaria, agricultura campesina e impactos ambientales son temas aún poco discutidos cuando se habla de biocombustibles: Los señales de que el capitalismo mundial tiene un proyecto estratégico para ganar la disputa por la agro energía son cada vez más claras La discusión en torno a la producción de energía de forma limpia y renovable no es nueva, pero ganó carácter de urgencia en los últimos tiempos, principalmente después de la divulgación, a principios de febrero, del informe sobre el calentamiento global del Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos (IPCC, en las siglas en inglés). Frente a la alarma provocada, el mundo parece darse cuenta de que necesita cambiar su fuente energética, adoptando formas alternativas de producir la energía que consume. Reunido en Francia, un grupo de científicos anunció que la temperatura de la Tierra puede aumentar hasta cuatro grados este siglo, debido al aumento de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, principalmente a causa de los combustible fósiles*.
¿Un nuevo Pro-Alcohol? Resumiendo, frente a una posibilidad real de cambiar el modelo de producción agrícola, Brasil entra en la producción de biocombustibles reforzando prácticas insostenibles desde el punto de vista ambiental y social, beneficiando grandes empresas y llevando a los pequeños agricultores a caer en trampas ya conocidas, además de perjudicar la producción de alimentos para el consumo interno. "Hay el riesgo de repetir el Pro-Alcohol del Brasil. Usted tiene un combustible limpio, producido de manera sucia, además de ambientalmente insostenible en el proceso de producción y socialmente perverso en la manera como utiliza mano de obra y trata a los trabajadores" evalúa Frei Sérgio. Creado en la década del 1970, el Programa Nacional del Alcohol incentiva pequeños y medios productores a instalar destilerías de alcohol. Por razones políticas, como la prohibición del autoconsumo del alcohol como combustible, el Pro-Alcohol benefició sólo a los grandes fabricantes, con sus prácticas de trabajo esclavo en los cultivos de caña y considerables impactos ambientales. Casi 30 años después, aparecen los mismos riesgos. La industria de la caña se anima con la posibilidad de apertura del mercado para el etanol brasileño en los Estados Unidos. Por su parte, el propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva anuncia que "la buena soja se la coma la gente, y de la soja transgénica se haga biodiesel", señalando la prioridad que se está dando a los grandes productores y multinacionales del grano. Igual que la creación del H-Bio, un derivado del aceite vegetal y el petróleo desarrollado por la Petrobras, es visto como una forma de favorecer el agro negocio mundial y la industria petrolífera. Según la evaluación realizada por el gobierno federal, la creación del Sello del Combustible Social será una manera de salvaguardar la agricultura familiar. El programa prevé incentivos para las industrias que adquieran semillas oleaginosas producidas por pequeños agricultores. "Nosotros hemos visto a los agricultores interesados en volver al cultivo del algodón, el girasol, el cacahuete , el sésamo y otras oleaginosas. De esta manera los agricultores no caerán en la trampa del monocultivo. Si el gobierno hubiese lanzado un programa de biodiesel sin este incentivo para la agricultura familiar, ciertamente sería producido únicamente de soja , que es la gran oleaginosa brasileña" evalúa el gerente ejecutivo del Desarrollo energético de la Petrobras, Mozart Schmitt de Queiroz. No obstante, también los proyectos alineados en el Combustible Social presentan problemas, principalmente por apostar por el monocultivo de la semilla de ricino en las Regiones Sur y Nordeste del país, y en la compra directa de granos de los agricultores, colocándolos en un sistema de integración con las grandes empresas, como pasa en las cadenas de tabaco y de leche, en las que son frecuentes los casos de explotación económica a la que están sometidos los pequeños agricultores.
Con lo que yo entendí del artículo el autor de este documento no habla excatamente de las desventajas ambientales que pordría provocar el biodisel, si no que habla de las desventajas que los pequeños agricultores tienen ante los magnates de la econimia, quienes ven esta gran oportunidad de negocio y no permiten que los pequeños agricultores participen en esto. Los grandes capitalistas estan tomando el poder de la fabricacion de biocombustibles y obviamente Un aspecto ecológico del que habla es que el biodisel es produciodo por algunas semillas como lo son girasol, cacahuate y maiz y una de las ventajas biocombustible es que los residuos de estas semillas pueden ser utilizados en la alimentacion animal o en el abono.
Fuente: http://higuerillo.blogspot.com/2007/04/aspectos-negativos-del-desarrollo.html

1 comentario:

Unknown dijo...

Francisco, buena aportación

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